miércoles, 9 de noviembre de 2011

DESAPAREZCAMOS


Miró hacia abajo, la punta de sus pies sobre salia del alféizar. Debajo de ellas podía ver a la gente caminando. haciendo su vida. El odio le recorrió toda la espina dorsal  dejándole un mal sabor de boca. Odiaba tanto a la gente. Inconscientes de lo que realmente pasaba. Sus vidas de habían basado en eso. Ese único material que tanto les hacía felices. Ella sabía la realidad gracias a él, y eso le había hecho mas fuerte. había intentado varias veces gritarles la verdad a la cara, pero no había conseguido nada. Sus afiladas miradas se le clavaban cual cuchillos de carnicero. Jamás lo sabrían, ignorantes de la verdad, estúpidos. Dentro de unas horas ella sería historia. Una fea historia que contar en las noticias, nada más. Si, eso seria, como él le había dicho, preferían ponerle fin a todo antes que unirse a ese frio y clasicista sistema. Pronto, muy pronto lo haría. Pero tenía que esperarle a  él, sino nada tenía sentido. Un  sonido detrás suya le puso en guardia. La puerta estaba abierta. Lentamente se giró. Allí estaba él, justo a su lado, sosteniendo le la mano. "Desaparezcamos" susurró. Ella no necesitaba nada mas que esa palabra para saber que ambos estaban listos. Darían el paso juntos, como siempre. Miró por última vez sus ojos azules, y no pudo resistirse a besarle. Un beso lento y dulce, un último beso. Dispuestos, dió el paso. Mientras caía pudo ver su figura en la ventana, su fría sonrisa y sus helados ojos azules, entonces supo que todo había sido una mentira.
                

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