DESAPAREZCAMOS
Miró
hacia abajo, la punta de sus pies sobre salia del alféizar. Debajo de
ellas podía ver a la gente caminando. haciendo su vida. El odio le
recorrió toda la espina dorsal dejándole un mal sabor de boca. Odiaba
tanto a la gente. Inconscientes de lo que realmente pasaba. Sus vidas de
habían basado en eso. Ese único material que tanto les hacía felices.
Ella sabía la realidad gracias a él, y eso le había hecho mas fuerte.
había intentado varias veces gritarles la verdad a la cara, pero no
había conseguido nada. Sus afiladas miradas se le clavaban cual
cuchillos de carnicero. Jamás lo sabrían, ignorantes de la verdad,
estúpidos. Dentro de unas horas ella sería historia. Una fea historia
que contar en las noticias, nada más. Si, eso seria, como él le había
dicho, preferían ponerle fin a todo antes que unirse a ese frio y
clasicista sistema. Pronto, muy pronto lo haría. Pero tenía que
esperarle a él, sino nada tenía sentido. Un sonido detrás suya le puso
en guardia. La puerta estaba abierta. Lentamente se giró. Allí estaba
él, justo a su lado, sosteniendo le la mano. "Desaparezcamos" susurró.
Ella no necesitaba nada mas que esa palabra para saber que ambos estaban
listos. Darían el paso juntos, como siempre. Miró por última vez sus
ojos azules, y no pudo resistirse a besarle. Un beso lento y dulce, un
último beso. Dispuestos, dió el paso. Mientras caía pudo ver su figura
en la ventana, su fría sonrisa y sus helados ojos azules, entonces supo
que todo había sido una mentira.
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